Sin embargo, el psicoanálisis es un vínculo público, completamente público, por más que haya dos personas. Porque entre el analizante y el analista está el psicoanálisis. Y es imposible pensar la clínica psicoanalítica, sin la época, sin la tradición y sin la cultura. Por eso es tan importante que hablemos de otros autores y que hablemos de otros temas que no son explícitamente psicoanalíticos. Y en este año más que nunca, porque el concepto de Superyó es el concepto a la vez más clínico del psicoanálisis, porque es el concepto que Freud inventa —reformulando cuestiones del psicoanálisis de su conceptualización anterior— porque encuentra escollos. Ha logrado interpretar, ha logrado entender y sin embargo no hay mejoría, no hay cura, no hay cambio de posición subjetiva. Freud tiene que inventar nuevos conceptos, e inventa el concepto de Superyó, para poder entender porqué un sujeto, lejos de hacer lo que quiere, hace lo que aborrece. Hace lo que detesta, no lo que quiere, en lugar de orientarse hacia su propio bien, se orienta hacia su destrucción, y hacia la destrucción de todos aquellos que le hacen bien. Por eso es el más clínico de todos.
Fragmento escogido por Ariadna Scandizzi. Año 2016. Lecturas del superyo