De la autobiografía fallida a la escritura de la división
Si, como señala Eric Laurent, “…el tao del psicoanalista, siguiendo a Lacan, es lograr sostenerse en su lugar”, el analizante por su parte, trabajará para moverse.
Las ilusiones progresistas han capturado la metáfora del camino ofreciendo una imagen de evolución desde el mal (bárbaro) hacia el bien (civilizado). Mientras tanto, las ilusiones religiosas ofrecen la salvación mediante la conversión, en un trayecto que va desde el pecado como punto de partida, hacia la meta de sanidad y santidad. También conocemos la vía mística.
El camino analizante no es ninguno de éstos. Como en el Tao se trata menos de un lugar al que llegar que de un lugar por donde se pasa. Esta es nuestra pregunta: ¿por dónde pasa el discurso analizante? Vamos a trabajar con ejemplos de la práctica cotidiana para localizar las figuras, las conexiones lógicas, los falsos enlaces de este lugar inédito de la cultura occidental que es el de alguien que busca en la palabra, la palabra que busca. Quizá nos encontremos con que ni siquiera se trate de un camino.
Hablamos mucho del deseo del analista y mucho menos de esa otra parte de la experiencia del inconciente, que es la que ocupa el lugar del trabajo. A veces sabemos mucho de psicoanálisis y poco de los que lo hacen. Bajo el capitalismo los trabajadores tenemos mala prensa. O ninguna. Es la oportunidad de reponer el interés por esta figura completamente nueva en la cultura que por lo demás es la condición necesaria, aunque no suficiente, de la invención del psicoanalista.
Desde la interpretación de los sueños, pasando por las autobiografías y los textos de divulgación escritos por Sigmund Freud hasta la oralidad y escritura de Jacques Lacan, nada entenderíamos de la transmisión del psicoanálisis sin la huella de la enunciación de ese trabajador que asocia libremente, soporta las formaciones del inconciente, se equivoca para hallar una verdad y experimenta su vanidad y la inexistencia de ese Otro con el que alimentaba sus novelas.
En otras palabras, los conceptos fundamentales del psicoanálisis están tramados, a veces secretamente, otras a cielo abierto, en el camino analizante, ese que va, de la autobiografía fallida a la escritura de la división.
Ángel Fernández – 2021